Por Joaquín Hernández

Por Joaquín Hernández

Para los menores de 40 años les diré que la casa de La Húngara fue un motel, también llamado mouble o casa de citas, que estaba situado en las afuera de Santa Cruz, en el barrio de Buenos Aires, muy cerca de la compañía Papelera de Canarias y al lado de la empresa de construcciones Jacinto Lorenzo 

Le quedan 6 meses para rectificar, ahora mismo nadie apuesta por usted, yo tampoco. El asunto es evidente: 3 partidos ganados, 9 empatados y 6 perdidos, de 54 puntos en juego sólo tenemos 18, empatado con el primero en descenso.

No esperaba más, sinceramente no esperaba la victoria del CD Tenerife, me conformaba con no perder y así ha sido.

Un empate que no es más otro grano en el culo de los aficionados.

Podíamos seguir imitando a la misa católica: Era justo y necesario y nuestro deber y salvación…

Si alguien piensa que con la patada en el trasero de Alfonso Serrano y su salida de la dirección técnica del CD Tenerife se acabaron los problemas, se equivoca.

Esta vez no quiero escribirles sobre el partido en Pamplona, no quiero decirles nada de nada, lo visto en el estadio de El Sadar en la tarde de ayer, no merece el más mínimo comentario.

Pues ocurrió lo de siempre, el aburrimiento fue total, anodino, tedioso, un partido de fútbol digno de olvidar, a excepción de los 5 minutos de la prorroga, todo fue más de lo mismo.

Ya lo decíamos, o bien era un punto de inflexión o era un espejismo la victoria sobre el Alcorcón. 

Después de la remontada histórica del CD Tenerife el pasado sábado ante el Alcorcón, el equipo tinerfeño tiene la obligación de volver a demostrar que no fue una casualidad lo del 3-2

El partido en el Heliodoro contra el Alcorcón es de los que hacen afición. Nadie daba un céntimo por la victoria de nuestro equipo, las casas de apuestan pagaban el empate a 6 y llegó a 8 euros por euro apostado, la victoria por 3-2 la pagaban a 24 y 28 euros.