Unos 200.000 canarios salen a la calle el 20A para protestar contra el destrozo del territorio y el turismo de masas
SANTA CRUZ DE TENERIFE/ LAS PALMAS DE GRAN CANARIA/ MADRID/ El pasado sábado 20 de abril, Canarias se convirtió en el epicentro de una oleada de protestas sin precedentes, con multitudinarias manifestaciones que recorrieron las principales ciudades del archipiélago. Bajo los lemas "Canarias tiene un límite" y "Canarias se agota", cerca de 200.000 personas salieron a las calles de las islas para expresar su rechazo al deterioro del territorio y al actual modelo de turismo de masas que amenaza con desfigurar el paisaje insular.
En Santa Cruz de Tenerife, la manifestación alcanzó una magnitud abrumadora, con una participación estimada en 80.000 personas, mientras que en Las Palmas de Gran Canaria se congregaron alrededor de 60.000 manifestantes. El desborde de la manifestación en Tenerife dejó patente el creciente malestar de la población ante la situación actual.
Pero las protestas no se limitaron al archipiélago canario. En otras ciudades de España, como Málaga, Granada, Madrid y Barcelona, así como en el extranjero, en ciudades como Londres, Berlín y Amsterdam, también se llevaron a cabo manifestaciones en solidaridad con Canarias. En la concentración celebrada en la Puerta del Sol de Madrid, unas 500 personas se unieron al clamor popular.
Durante las manifestaciones, se corearon consignas contundentes, como "Clavijo, escucha, Canarias está en la lucha" y "Canarias no se vende, se ama y se defiende", reflejando el sentir de una población que reclama un cambio de rumbo en la política turística y medioambiental de las islas.
En Santa Cruz de Tenerife, la militancia de Podemos protagonizó una llamativa acción al construir dos monigotes que representaban al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y al presidente de la patronal hotelera, Marichal. Estas figuras simbólicas fueron utilizadas como expresión de descontento hacia las figuras políticas y empresariales que se perciben como responsables del deterioro ambiental y social que sufre el archipiélago.
Al finalizar las manifestaciones, se leyó un contundente comunicado en el que se exigía la paralización de grandes proyectos que contribuyen al destrozo del territorio, como el hotel de La Tejita o la urbanización Cuna del Alma. Asimismo, se demandaba una moratoria turística y la organización de asambleas ciudadanas vinculantes para decidir el nuevo modelo económico del archipiélago, poniendo énfasis en la participación activa de la sociedad en la toma de decisiones que afectan su futuro.
Estas manifestaciones históricas reflejan la creciente preocupación de la ciudadanía por la preservación del patrimonio natural y cultural de Canarias, así como por la búsqueda de alternativas sostenibles que garanticen un desarrollo equitativo y respetuoso con el entorno. La voz del pueblo canario ha hablado alto y claro, exigiendo un cambio de rumbo que ponga fin al saqueo del territorio y promueva un modelo turístico más responsable y sostenible.
