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¿Estresado también en vacaciones?

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LIBRE DIARIO @ DIGITAL / SALUD 



Estando de vacaciones, ¿se acuerda en exceso del trabajo? ¿y de los problemas con su jefe? ¿Piensa en aquel proyecto que quedó pendiente y que tiene que retomar a la vuelta? ¿o en los cientos de correos electrónicos que esperan una respuesta en su bandeja de entrada?


Si es así, es víctima del estrés. 


Pero no se preocupe. Muchas personas tienen dificultades para desconectar completamente durante las vacaciones. Seis plantas de acción puntual bien escogidas serán su mejor baza para enfrentarse al estrés laboral durante las vacaciones y, sobre todo, para gestionar mejor su relación con el trabajo. Estos son unos beneficios que podrá aplicar todo el curso que comienza a la vuelta y, en realidad, siempre a partir de ahora:

  • Melisa (Melissa officinalis). Es útil si sufre estrés acompañado de ansiedad y angustia y tiene la sensación de estar a punto de sufrir una crisis de pánico.
  • Matricaria (Matricaria recutita). Es beneficiosa si tiene problemas digestivos junto al estrés o éste le provoca episodios de cólera. También está especialmente indicada para los niños, que así podrán superar ciertas situaciones estresantes como la vuelta al colegio.
  • Valeriana (Valeriana officinalis). Está recomendada cuando el estrés va acompañado de síntomas digestivos con calambres y diarrea o le genera problemas para dormir.
  • Agripalma (Leonurus cardiaca). Puede tomarse si el estrés va acompañado de crisis de angustia y miedo, además de palpitaciones cardíacas ocasionales.
  • Pasiflora (Passiflora incarnata). Al igual que la melisa, puede utilizarse si además de estrés sufre ansiedad. Tiene una acción sedante y puede tomarse también si el estrés le afecta al descanso.
  • Hipérico o hierba de San Juan (Hypericum perforatum). Está indicada cuando al estrés le acompaña un estado depresivo o una bajada de ánimo, algo relativamente normal al aproximarse la vuelta a la rutina.


Estas plantas serán su mejor cómplice para vencer al estrés que genera la vuelta al trabajo, y le ayudarán incluso a trabajar de una manera más positiva y productiva una vez reincorporado. Encontrará la posología e indicaciones en un completo artículo que hemos preparado para usted en el nuevo número de Plantas & Bienestar.

¿Y si las vacaciones me estresan?

A veces ni descansamos en vacaciones. Planificamos esos días a la carrera, como si fuera una semana de trabajo. Completamos nuestra agenda diaria con visitas y acontecimientos; el smartphone siempre a mano y activado nos impiden desconectar, y nos perdemos los momentos de relajación y reposo, objetivo principal de las vacaciones. En esa situación, no es extraño volver de las vacaciones cansado y en absoluto revitalizado, lo que supone un verdadero problema, ya que el estrés de la vuelta a la actividad diaria es mucho más duro de superar.

El estrés, ese enemigo invisible

Y no nos deberíamos tomar el estrés a la ligera. Más allá de un pequeño desasosiego, nerviosismo o fatiga, el estrés no sólo está en nuestra cabeza, sino que afecta también a nuestro cuerpo, tomando el control de determinados procesos fisiológicos y sembrando el caos en el metabolismo.

De manera general, numerosos estudios demuestran que el estrés disminuye la eficacia del sistema inmunitario, aumenta el riesgo de enfermedades coronarias y de las degeneraciones ligadas a la edad o al entorno, en especial, el cáncer.

Pero, ¿por qué ha llegado a ser el estrés tan destructivo? Pues sencillamente, porque lo hemos incorporado a nuestras vidas. Lo sufrimos en el metro, en los atascos, con las luces halógenas, las prisas, las aglomeraciones, el ruido urbano, las exigencias del trabajo… aún no nos hemos recuperado de un episodio estresante cuando surge otro.

Y cuando el estrés se vuelve crónico, tiene su reflejo en nuestro metabolismo. Como consecuencia directa, las glándulas suprarrenales producen dos hormonas en exceso:

  • La adrenalina, que favorece la circulación sanguínea en los órganos vitales para hacer frente a un peligro inminente. Pero esto ocurre en detrimento de otros conjuntos de órganos (el sistema inmunitario, el aparato digestivo o el reproductor), que trabajan más lentamente.
  • El cortisol, que estimula la síntesis de glucosa en el hígado, lo que provoca subidas y bajadas del azúcar en sangre. El exceso de cortisol bloquea la acción del sistema inmunitario, inhibe la producción de hormonas sexuales y la formación ósea.


Como ve, los riesgos de un estado de estrés prolongado (o síndrome de burnout) son reales. Y son necesarios algo más que unos días de vacaciones para superarlo.

Libre@Diario