MADRID / con información de El Español@
Los escándalos no dejan de perseguir al Rey emérito de España. Ahora María A. L. A. asegura ser la hija del rey Juan Carlos I (80 años) y está dispuesta a llegar hasta el final para demostrarlo.
Consciente de su situación económica, tuvo que dejar su caso en manos de la justicia gratuita y apenas lleva unos meses en contacto con abogados y procuradores, pero tiene claro que no va a desistir del largo camino que acaba de iniciar.
“Voy a luchar por lo que es mío. En su día tuve el anhelo de conocerlo. Pero ahora ya no. Ahora solo quiero lo que me corresponde”, declara. Tiene 54 años, dos hijos y una enfermedad que le impide trabajar en la actualidad.
Demanda en proceso
A principios de 2018 solicitó un abogado de oficio. Primero en Cataluña, donde reside, y posteriormente en Madrid, donde estaba previsto que se iniciaran los trámites. También le fue asignado el pertinente procurador para este asunto de filiación. Pero entonces apareció la primera piedra de su camino.
“A mí me asignaron el caso, pero yo no estoy autorizada a llegar hasta el Tribunal Supremo, que es donde han de dilucidarse este tipo de cuestiones relacionadas con este tipo de demandas de paternidad. Y no en los juzgados de Primera instancia de Madrid, que era hacia donde se encaminaba todo y donde yo sí podía llevar a cabo la defensa”.
La que habla es Aránzazu Cardeñoso, la abogada de Madrid. La reclamación, tal y como ha podido saber JALEOS, no llegó a consensuarse. La pelota volvió entonces al tejado de María, quien en breve acudirá, de nuevo, a la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita de Madrid a fin de solicitar un nuevo letrado que esté autorizado a llegar hasta el Supremo.
Pero esta comercial, que en su día llegó a dirigir una oficina de telecomunicaciones y a crear una empresa de cursos de manipulación de alimentos, no sólo necesita un abogado que le ayude a demostrar que su padre es quien ella asegura, también tiene problemas económicos.
“Cobro 460 euros al mes, tengo la invalidez del 68% y no puedo pagar otro piso. Si a los Borbones los está manteniendo España, ¿por qué ellos no mantienen a sus hijos? O que lo haga el Estado o que lo haga mi padre”, afirma con rotundidad.