MADRID / El jefe de la diplomacia española, Josep Borrell, condenó la violencia en Nicaragua e instó a investigar las muertes de los últimos meses.
"Condenamos la violencia que ha sufrido recientemente Nicaragua. La solución requiere de soluciones políticas; respeto de los derechos de reunión, manifestación y libertad expresión; cesar la violencia; investigar y juzgar las muertes de esta crisis desde el 18 de abril", publicó Borell en su cuenta de Twitter.
Condenamos la violencia que ha sufrido recientemente #Nicaragua. La solución requiere de soluciones políticas; respeto de los derechos de reunión, manifestación y libertad expresión; cesar la violencia; investigar y juzgar las muertes de esta crisis desde el 18 de abril
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) 15 de julio de 2018
En otro tuit, el ministro de Exteriores señaló que España apoya el desarrollo del diálogo en el país centroamericano y la labor realizada por la OEA, el CIDH, su grupo de expertos independientes, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"Valoramos la declaración de líderes de la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SG-SICA) y la mediación de Conferencia Episcopal de Nicaragua", añadió.
Condenamos la violencia que ha sufrido recientemente #Nicaragua. La solución requiere de soluciones políticas; respeto de los derechos de reunión, manifestación y libertad expresión; cesar la violencia; investigar y juzgar las muertes de esta crisis desde el 18 de abril
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) 15 de julio de 2018
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos informó el miércoles que al menos 264 personas fallecieron y más de 1.800 resultaron heridas en el país centroamericano desde que comenzaron las protestas, mientras que la no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos asegura que las muertes llegan a 351.
Nicaragua vive una grave crisis política y social desde mediados de abril, cuando comenzaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega.
El gobierno ha negado en reiteradas ocasiones la existencia de grupos de choque oficialistas que provoquen violencia, y sostiene que las protestas forman parte de un "golpe suave" para derrocar al presidente.