LD@D.NET/MADRID
"Que sensación tan agradable al volver a casa. Que tristeza tan grande saber que ayer murieron 63 personas más. Llevamos solo 60 personas, podríamos haber salvado 270 más", escribió en un mensaje difundido a través de redes sociales Óscar Camps, fundador de la ONG.
El 30 de junio, el barco Open Arms socorrió en aguas del Mediterráneo, a 33 millas de Libia, a un total de 60 personas, entre ellas cinco menores, que navegaban en dirección a Europa a bordo de una lancha.
Tras el rescate, el ministro del Interior y vicepresidente de Italia, Matteo Salvini, anunció que no permitiría la entrada del barco a los puertos de su país.
Por su parte, el ministro del Interior y Seguridad Nacional de Malta, Michael Farrugia, afirmó que el rescate se produjo entre aguas libias y la isla italiana de Lampedusa, por lo que, a su modo de ver, Italia debería ser la encargada de recibir a la nave.
Ante la negativa de estos dos países a recibir la nave, el Gobierno español decidió habilitar el puerto de Barcelona para su acogida, tal y como hiciera con la nave Aquarius, que desembarcó en Valencia con 629 personas a bordo tras ser rechazada por Italia y Malta.
A su llegada al puerto de Barcelona, el barco será recibido por distintos equipos encargados de dar asistencia sanitaria y social a los migrantes rescatados en alta mar.
Los 50 hombres rescatados por el Open Arms serán trasladado a una residencia para deportistas, mientras que las 5 mujeres y los 5 menores que fueron rescatados serán enviados a un centro de atención para menores de edad.
Las personas rescatadas por el Open Arms tendrán autorizada una entrada extraordinaria a España por motivos humanitarios durante 45 días.
Pasado ese plazo, cada migrante contará con el estatuto jurídico que le corresponda legalmente.
Que sensación tan agradable al volver a casa. Que tristeza tan grande saber que ayer murieron 63 personas más. Llevamos solo 60 personas podríamos haber salvado 270 más. pic.twitter.com/3RWueN87CQ
— Oscar Camps (@campsoscar) 4 de julio de 2018