LIBREDIARIO@DIGITAL / CIENCIA
La sonda New Horizons nos enseño en julio de 2015 que Plutón es un mundo fascinante y complejo. Una de las mayores sorpresas que encontramos en el planeta enano fue Sputnik Planitia, el glaciar más grande del sistema solar. Pero, a diferencia de los glaciares terrestres, Sputnik está formado por nitrógeno en vez de agua.
Efectivamente, en la superficie de Plutón encontramos una mezcla de hielos de nitrógeno, metano y monóxido de carbono repartidos sobre una rígida corteza de hielo de agua. Como Sputnik Planitia demuestra a las claras estos hielos no están distribuidos de manera homogénea, sino que se agrupan en determinadas zonas siguiendo patrones que no comprendemos del todo.
El nitrógeno es el componente principal de esta mezcla de hielos y es el protagonista de un ciclo que da forma al paisaje de Plutón.
El factor más importante para entender el ciclo del nitrógeno es la elevada inclinación del eje de rotación del planeta enano, cercana a los 120º, causante de estaciones muy marcadas.
A este hecho hay que sumar la importante excentricidad de la órbita de Plutón, un factor que provoca ‘estaciones dobles’ (unas debidas a la inclinación del eje, como en la Tierra y el resto de planetas, y otra por la diferencia de insolación entre el perihelio y el afelio).
Las observaciones de la New Horizons han permitido crear modelos numéricos sobre el comportamiento del ciclo del nitrógeno plutoniano y ahora sabemos que, a diferencia de lo que podríamos pensar, el nitrógeno se condensa en las latitudes medias comprendidas entre los 25º de latitud sur y los 30º norte.
Precisamente donde se encuentra Sputnik Planitia, una antigua cuenca de impacto que favorece la acumulación de volátiles. Es decir, en Plutón el hielo de nitrógeno se acumula al revés que en la Tierra, donde los casquetes de hielo aparecen en los polos.
Recreación artística de las montañas de hielo de agua de Plutón sobresaliendo del hielo de nitrógeno de Sputnik Planitia (John Kaufmann).
Sputnik es la única reserva de hielo de nitrógeno permanente que actualmente existe en Plutón, algo así como un ‘casquete subtropical’.
Por contra, en las regiones situadas justo al norte del Sputnik Planitia, entre los 30º y 50º norte, domina la sublimación del nitrógeno, de ahí que estas sean zonas más oscuras ricas en tolinas (sustancias orgánicas de color rojizo o marrón oscuro). Nada más y nada menos que una capa de un kilómetro de profundidad de nitrógeno se ha sublimado en el borde septentrional de Sputnik Planitia en los últimos dos millones de años.
Este ‘encogimiento’ de Sputnik explica la erosión del borde oeste del glaciar, donde vemos espectaculares montañas de hielo de agua flotando en el hielo de nitrógeno. Otro dato que se puede estimar a partir de este ciclo es la máxima presión atmosférica que tiene Plutón (la atmósfera de Plutón, muy poco densa, está formada por nitrógeno sublimado de su superficie).