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El pasado 19 de marzo apareció en una vía del condado de Narok, en Kenia, una gigantesca grieta que ha desconcertado a los científicos, quienes discrepan notablemente sobre el origen de tal anormalidad.
El largo de esta brecha es de varios kilómetros, con un ancho que supera los 20 metros y una profundidad aproximada de 15 metros. Su surgimiento no estuvo precedido por ningún movimiento telúrico y lo más probable es que “se formó en miles de años o centenas de miles de años”, según declaró el geólogo Ben Andrews del Intituto Smithsoniano (EE.UU.) a la cadena CBS.
Andrews considera que la enorme grieta quedo expuesta por las precipitaciones, pero cree que las causas de su formación hay que buscarlas en las placas tectónicas, que son secciones de la corteza terrestre que cada año se desplazan cerca de 2.5 centímetros.
Por otra parte, la geóloga Wendy Bohon, estima que el fenómeno apareció en un instante: “Creo que es una fisura de tierra, igual que se puede ver en Arizona, como resultado de lluvias torrenciales que quitan grandes porciones de lodo, así que no es resultado tectónico, sino meteorológico”.
¿Un nuevo continente?
Diferentes investigaciones señalan que cuatro países del Cuerno de África (Somalia, mitad de Etiopía, Tanzania y Kenia) se están separando para formar un nuevo continente con base en la denominada ‘placa somalí’ dentro de entre 10 y 50 millones de años.
Esa alteración inició en 2005, cuando una erupción del volcán Dabbahu causó la aparición en Etiopía de una brecha de más de 60 kilómetros que desde entonces no ha parado de crecer, mientras que otras 10 fallas más se presentaron durante los siguientes cuatro años.
Posteriormente, la teoría sobre la división del continente africano ha venido ganando bastante popularidad entre los expertos en la materia.