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La expansión de la empresa pública Canal de Isabel II en América Latina vino de la mano del entonces regidor de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, según se desprende de la investigación que está desarrollando la Fiscalía Anticorrupción. En palabras del ex responsable del Canal en Latinoamérica, Edmundo Rodríguez Sobrino, la compra de Inassa fue “un robo” y “un pelotazo”.
Junto al antaño mirlo blanco del PP, la fiscalía considera responsables al entonces consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Juan Bravo, y al ex director financiero del Canal, Gaspar Cienfuegos-Jovellanos. Los tres tendrán que testificar el próximo mes en el proceso que mantiene en prisión al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y que amenaza con llevarse por delante a la actual presidenta, Cristina Cifuentes, cada vez más acosada por la justicia.
Para Anticorrupción, la compra de Inassa fue “el cimiento para la adquisición con dinero público de un entramado de sociedades en Sudamérica, presuntamente utilizadas para desviar fondos públicos”. La posterior adquisición de la brasileña Emissao, fue una copia del proceso de compra de Inassa, según la fiscalía.