LIBREDIARIO@DIGITAL / OPINIÓN
Hace pocos días, las redes sociales se hacían eco de un triste episodio en el que una chica supuestamente se autolesionaba en plena calle en La Laguna.
El chico, que también sale en el vídeo, pedía una y otra vez que no lo hiciera. Dos conocidos humoristas canarios, Rudy y Ruymán, se hacían eco del hecho y ahí descubrieron su verdadera cara. No son graciosos, no, son misóginos y hacen directamente apología del maltrato a la mujer. Como si este no fuera un tema muy grave, como si no estuvieran muriendo mujeres, sufriendo vejaciones, humillaciones, palizas, control...
Los chistosos han decidido comenzar una "campaña" de descrédito hacia las que feministas, refiriéndose a nosotras como "feminazis", una definición peyorativa sin fundamento alguno, más allá del descrédito y la misoginia. No contentos con darle cancha al vídeo mencionado, los pibes deciden rebuscar en internet y subir más vídeos de un contenido similar a su Facebook, con el añadido de que claman ¡No al hembrismo! ¿Hembrismo? No es más que otra construcción social para desacreditar el feminismo, que no, no busca ser superior al hombre y no, tampoco macharcarlos, pegarles, someterles.
La RAE lo define como una ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres.
Los pibes de Esto es Colonia, no creyendo suficiente tanta falacia, descrédito, misoginia y, me atrevo a decir, ignorancia, afirman también que el Estado ha gastado "¡Millones de euros en mafias feminazis desperdiciados!" Estos muchachos, que pretenden triunfar siendo humoristas se han pasado de listos, han caído en lo chabacano, machista y repulsivo. Seguidos por mucha gente joven no parecen ser conscientes de que sus comentarios son censurables, que hacen apología del machismo y el maltrato, que dificultan que las generaciones venideras crezcan en igualdad, con conciencia de ella.
En vez de aprovechar su tirón para algo bueno, lo han desperdiciado y con ello, perdido muchísimas seguidoras y seguidores que en su momento les vimos alguna gracia. Al final han mostrado su cara, la de unos auténticos machistas.