LibreDiario@Digital / Santa Cruz de Tenerife
El Ayuntamiento de Santa Cruz, tras la reciente puesta en funcionamiento del ascensor que permite el acceso a todas las plantas del Museo Municipal de Bellas Artes, ha dado los primeros pasos para que una de las salas del citado centro cultural favorezca la accesibilidad universal y esté completamente adaptada para el uso de personas con discapacidad.
Se trata de un proyecto conjunto de varias áreas municipales, liderado por Cultura y Accesibilidad, cuyo primer objetivo será crear una sala con obras del siglo XIX para que puedan ser disfrutadas por todos los visitantes del Museo. De hecho, ya se ha creado una comisión técnica, integrada por representantes de colectivos de personas con discapacidad, que definirá en próximas fechas el protocolo necesario para favorecer la accesibilidad universal a todas las obras de arte.
El quinto teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha, explica que los técnicos municipales “han aprendido mucho en esta primera reunión porque el asesoramiento con colectivos con mucha experiencia en el sector de los invidentes, como la ONCE, o de las personas sordas, como FASICAN, aporta un plus en los pequeños detalles que habría que realizar con cada obra y también podrían valorar si la adaptación realizada es realmente funcional o no”.
Acha avanzó, además, que en esta primera sala adaptada con obras de arte del siglo XIX “no solo habrá obras pictóricas, sino también se expondrán esculturas y otras piezas decorativas de gran valor. La idea es que esta sala sirva como proyecto piloto para la progresiva adaptación del resto de las que tenemos en el Museo de Bellas Artes y también se establecerá un protocolo para que cualquier nueva exposición que se abra, ya sea con carácter permanente o temporal, cumpla con todos los parámetros de accesibilidad que se abordaron en esta reunión”.
El concejal de Accesibilidad, Carlos Correa, indicó que todas las partes “nos hemos dado un plazo inicial de un mes para ir acondicionando esta sala adaptada. La idea es que antes de que llegue la Navidad, ya se inicien las pruebas con los diferentes colectivos que nos están ayudando en este proceso. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que las obras estén situadas a la altura correcta para que puedan ser percibidas por las personas que vamos en silla de ruedas. O que las descripciones que van a instalarse sean comprensibles para las personas sordas o invidentes”.
Correa indicó que, en el caso de las esculturas, “intentaremos que puedan ser tocadas por las personas invidentes y también se modificarán los carteles informativos de cada obra, adaptándolos a un nuevo tamaño de letra que facilite su legibilidad. Somos conscientes de que la puesta en marcha del ascensor solo ha sido un primer paso pero, aunque aún quede mucho por hacer, vamos a continuar avanzando para marcar un antes y un después en la accesibilidad de Santa Cruz”.