Solo el poder que ha ejercido el PSOE durante más de 20 años tras la muerte de Franco,
“felipistas” contra“guerristas” de los años ochenta, siempre ha habido cargos para repartir y que las familias estuviesen tranquilas.
Con 85 diputados y un declive electoral agudizado en las grandes ciudades, las alarmas se han disparado y el “¿qué hay de lo mío?” se ha instalado en la preocupación de los socialdemócratas patrios.
La apuesta firme y decidida del Grupo Prisa (no lo olvidemos, de capital sionista) por lo más rancio y derechista del PSOE, confirma que su naturaleza es apoyar al partido hasta hacer dudar de si fue antes el huevo (el partido) o la gallina (el Grupo Prisa), o mejor, quién obedece a quien en esto de defender al capitalismo.
Pese a la clara trayectoria de ambos durante la mal llamada “Transición”, muchas gentes han descubierto estos días que lo que creían medios (y partidos) progresistas, no son más que una farsa al servicio de los poderosos. Bienvenidos pues.
Por eso, que no haya, por favor, ninguna mano de izquierdas que acuda en rescate de ese medio ahogado que se llama PSOEPrisa. Ni en la urna ni el kiosco ni en la web.
(*) Jorge López Ave es responsable del periódico digital Insurgente.