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Los bodegueros estiman que la producción ha caído en un 50%, pero hay incluso fincas donde se ha perdido el 90%. Los viticultores se tienen que remontar a diez años atrás para recordar una cosecha como la de este año.
Cuenta atrás para el descorche del nuevo vino en Tenerife, solo falta algo más de un mes para San Andrés y las previsiones del sector no son nada positivas.
La vendimia ha sido irregular y el tiempo no ha acompañado. Desde el sector, hablan ya de la peor cosecha de la última década.
Las condiciones meteorológicas son las causantes de este derrumbe de la producción, a estas alturas aún no saben cuántos litros podrán ser embotellados. Los propios viticultores califican de catastrófica la cosecha de este año.
Los bodegueros estiman que la producción ha caído en un 50%, pero hay incluso fincas donde se ha perdido el 90%. Los viticultores se tienen que remontar a diez años atrás para recordar una cosecha como la de este año.
En el municipio de Santa Úrsula, en norte de Tenerife, justo donde comienza la zona de medíanias y a estas alturas del año, aún hay terrenos en los que aún no se ha vendimiado. La maduración ha sido tan dispar que algunos viticultores han optado por retrasar la vendimia para finales de este mes de octubre.
Habrá que esperar al recuento final para saber el alcance de las pérdidas, aunque ya estiman que serán cuantiosas.
El Gobierno de Canarias ha anunciado que aumentará los controles para evitar el fraude del vino con la mezcla de uva foránea.