
Estos últimos días se ha puesto a la luz más información acerca del papel de las organizaciones del denominado filántropo Georges Soros, del que ya se sabía hace años que financiaba todo tipo de movimientos, partidos o periodistas contrarios a la democracia, a la libertad y por supuesto con perfiles pro EE.UU., pro OTAN y sobre todos a aquellos y aquellas que defienden sus intereses geopolíticos, geoestratégicos y económicos.
Intervenciones posibles en golpes de estado como el de Dilma Roussef, desestabilizaciones como la de Venezuela, ataques a los BRICS...este es uno de los escenarios favoritos del autodenominado filántropo de origen húngaro, además de financiar en su época y aún ahora a la derecha y extrema derecha de los países del este para acallar cualquier crítica a la situación de estos países después de la era soviética, de hambre, miseria y ausencia de democracia en muchos de los casos.
El papel de la más que oscura trama organizativa de Soros se ha visto denunciada de forma explícita por su apoyo a los fascistas ucranianos, su implicación en numerosos atentados a la libertad en la región, siempre en su empeño de intentar hacer desaparecer la influencia rusa, en un país con un porcentaje enorme de población que habla ese idioma y ven a Rusia como su Patria.
Lo que se ha visto en este nuevo episodio de la trayectoria de este nefasto personaje, fiel servidor del imperialismo y del capitalismo más obsceno, es la compra de periodistas para utilizarlos de difusores de las mentiras acerca del papel de Rusia en el mundo a la vez que oculta el de EE.UU. y también el de la UE, a la vez que se hacen listas de medios de comunicación, organizaciones, partidos o personas que suponen que están apoyando a Rusia en el marco de sus labores políticas o profesionales realizando también otras de posibles aliados en esta trama subordinada al capital y con el objetivo primordial de su preservación. En el caso de España, aparecen como potenciales aliados varios medios y los dos agentes de Soros se llaman Nicolás de Pedro y Marta Ter, que han elaborado también una lista “roja” de personas, entre las que se encuentran camaradas del PCE, de IU y otros “potencialmente pro rusos”.
Desde el PCE entendemos que se debería estudiar la posibilidad de tomar medidas legales inmediatas contra De Pedro y Ter, a la vez que se investigue un posible cierre de todas las fundaciones u otras entidades subvencionadas por Soros, por ataque a la libertad de expresión, a la democracia y a soberanía española para que en función de ésta se actúe de una u otra forma en temas de política internacional. A la vez, apoyamos a las personas de la lista a las que se les ha dejado expuestas a cualquier tipo de ataque, y también a las y los europarlamentarios que en un trabajo exploratorio y por haber firmado textos vinculados a la defensa de los derechos humanos y contra cualquier tipo de discriminación, aparecen como cercanos a la fundación de Soros, y a pesar de estar claro al menos en el caso de la Izquierda Plural que se defienden intereses contrarios a Soros y su entorno.