Según explica Que.es, hoy en día comer de forma sana es algo casi imposible, si no tienes mucho dinero. Probablemente comes algunos de los alimentos que exponemos a continuación, pero cuando leas de que están hechos no volverás a probarlos. El primer alimento es el paté o también conocido como foie gras que se vende en los supermercados y son consumidos como complemento de muchas comidas.
Hay de todas las marcas, variedades y sabores, pero solo sabemos que la mayoría están hechos a base de hígado de pato. Aunque, cabe destacar una diferencia importante entre el paté y el foie gras. El primero se consigue a partir de la mezcla de las vísceras de animales como la vaca, el cerdo o el pollo, añadiendo harina, especias, leche y aditivos para su conservación. Solo lleva un poco de hígado para darle suficiente sabor. En cambio, el foie gras, es mucho más caro que el paté, ya que está hecho íntegramente de hígado de pato y ganso.
El segundo alimento es el queso Filadelfia, los quesos para untar no tienen buena fama a la hora de adelgazar en una dieta equilibrada y saludable, ya que si se quiere consumir queso, es mejor que sea curado para aportar nutrientes a nuestro organismo. El principal problema de estos quesos es que son una bomba calórica para el cuerpo, además de no ser apropiados para el colesterol ni la hipertensión por las grandes cantidades de sal que contienen. Están hechos a base de lácteos fermentados a los que se le añade leche, nata y una serie de aditivos y sal. A los que son de sabor se le añade un potenciador de sabor.
El tercer alimento son las salchichas, las que se elaboran a partir de restos de animales, desde el cerdo a la gallina, pero las partes del cuerpo que se utilizan no son las que pensamos. En realidad, pueden llevar el estómago y el hocico de cerdo, además del labio y el hígado de la vaca o el bazo del cordero. La carne que contiene es muy baja, y el resto de su composición son restos y recortes de cerdo, como su hocico o el hígado. También necesitan una gran cantidad de potenciadores de sabor, colorantes y mucha sal.
El cuarto alimento es la gelatina, un producto de todos los colores, que no llevan conservantes ni colesterol, además de ser un alimento rico en proteínas. Lo realmente asqueroso es saber cómo se prepara el polvo que se le añade agua para luego convertirse en lo que comemos. Una mezcla de colágeno de tejido de animales es la encargada de dar forma a la gelatina, es decir, la piel, los huesos de cualquier parte del cuerpo de la vaca a los que se le quita la sangre y se tritura durante 24 horas después de su muerte.
Después se limpia con productos ácidos hasta que queda como el resultado de la oseina, que deberá estar en cal durante unas cinco o diez semanas. Por último, solo queda enfriar y que se solidifique.
Finalmente, el quinto alimento son los helados. Este alimento tiene esa textura tan cremosa debido a un aditivo llamado cartagenina, que se obtiene de las algas marinas e incluso, el debate si es peligroso para nuestra salud aún sigue abierto. El resto de componentes de estos ricos postres con hielo, con frutas o leche, la grasa que se obtiene de las cremas y aceites y sobre todo, el aire que contienen junto con el agua, las grandes cantidades de azúcar, los aditivos y los colorantes.