DIARIO PÚBLICO
Rajoy en estado puro. El líder del PP y presidente en funciones desde el pasado mes de diciembre anunció el miércoles que tiene “carta blanca” del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido para negociar con Ciudadanos para lograr su investidura. Pero se ha negado a facilitar ni una fecha para la celebración del debate de su investidura en el Congreso de los Diputados ni se ha pronunciado sobre las seis condiciones que le planteó Rivera la semana pasada para sentarse a negociar.
Lo ha hecho de forma reiterada e incluso con displicencia ante las preguntas de los periodistas, “¿Cuándo he dicho yo que iba a hablar (en el CEN) de las condiciones?; nadie puede afirmar eso”, ha dicho en un momento concreto de su comp0arecebncia ante los periodistas. El pasado miércoles afirmó textualmente ante los periodistas tras su encuentro con Rivera que había trasladado a su interlocutor su deseo de “someter a votación del comité ejecutivo de mi partido el documento que me ha trasladado”.
Rajoy, tras un cónclave de casi dos horas con la cúpula de su partido, a la que no han asistido miembros polémicos como Rita Barberá o Ana Pastor, vinculadas con casos de corrupción, o significativos como el presidente Feijóo e Galicia, se ha cerrado en banda para evitar dar explicaciones ante el proceso de negociación con Ciudadanos, la formación `política que dio la semana pasada el primer paso para abrir una ventana a un respaldo a su investidura.
“El comité ejecutivo me ha autorizado a mí y a la dirección del partido a negociar con Ciudadanos. Quiero agradecer esa autorización al CEB”, ha dicho con autocomplacencia. Pero a partir de esa frase se ha negado una y otra vez a dar concreciones sobre las condiciones que le planteó la semana pasada Albert Rivera.
Visiblemente incómodo con las preguntas de los periodistas, Rajoy se ha limitado a explayarse en la necesidad y “urgencia” en tener un Gobierno para evitar el deterioro del “crecimiento del empleo y de la economía española. Es importante dentro y fuera de España que tengamos un Gobierno con estabilidad”, ha repetido en varias ocasiones.
Y en línea con lo que ha sido la estrategia del PP desde el día después de las elecciones del pasado 26 de junio Rajoy ha trasladado al PSOE la responsabilidad de facilitar la formación de un Gobierno con la abstención de la bancada socialista a su investidura. “No nos podemos permitir unas terceras elecciones”, ha dicho en tres ocasiones.