LIBRE DIARIO @ DIGITAL / OPINIÓN
A los votantes, a los ciudadanos, al pueblo “soberano”, lo que le interesa de su candidato es algo tan simple como una palabra llamada coherencia. Es decir, el militante, el simpatizante de un partido político lo que, primordialmente, exige a un político es que lo que dice, lo que predica sea su código ético y su manual de conducta. En este sentido, los españoles estamos muy defraudados con la casta política, en cuanto a que nos quieren acostumbrar en aquello de “yo soy y mis circunstancias”, es decir: “Donde dije digo, digo, Diego”.
Por ejemplo el caso de Albert Rivera según le interesa tiene unas u otras “circunstancias”. Si Pablo Iglesias ha defraudado a buena parte de sus votantes por su negativa a la investidura de Pedro Sánchez, Rivera lo hace cuando después de denunciar por activa y pasiva la corrupción existente en el PP, y a sabiendas que estará apoyando a un partido político investigado e imputado por blanqueo de dinero, financiación ilegal y ocultación de pruebas, a cambio de un puesto en la “lumbre del poder” apoyará a la investidura del máximo responsable de toda esta corrupción: Mariano Rajoy. El único político que mantiene su famoso “No es No”, es Pedro Sánchez.
Como un moderno Gary Cooper, se reafirma en la negativa a abstenerse y menos aceptar la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno de España otros cuatro, insufribles, años más.
Para Pedro Sánchez es una cuestión de credibilidad con los 5.5 millones de votantes. El Partido Socialista Obrero Español solamente por su propia historia, solamente por su propio nombre de socialista y obrero debe renunciar a cualquier apoyo al PP porque representa, además de la corrupción institucional, la defensa de la oligarquía del capital en contra de los derechos de la clase trabajadora. No puede ni debe mantener cualquier tipo de acuerdo con personajes que tendrán, tarde o temprano, sentarse en el banquillo de los acusados.
Pese a quien pese, y de ahí la paradoja de tener que defenderse hasta de los históricos “diplodocus” del partido, debe mantener el tipo y seguir las normas de conducta que supone ser coherente con tu ideología. Decir NO a la investidura de Mariano Rajoy no es una locura, no significa, tal y como nos lo quieren “vender”, traicionar a la Patria, la Patria si ha podido aguantar la legislatura pasada, los 4 años de miseria y tragedia impuesta por la troika con el beneplácito del gobierno de España, puede aguantar unas nuevas elecciones.
Curiosamente cuando fue llamado Rajoy para la investidura en las elecciones del 20-D y declinó la invitación de su majestad Felipe VI, sabía muy bien que Pedro movería ficha en el tablero del Parlamento, igual sabía muy bien que él y su compañero de equipo Pablo Iglesias votarían no a la candidatura presentada por los socialistas, en ese momento nadie cuestionó unas segundas elecciones, entonces no había prisa, “no corría peligro la patria”, ni siquiera aprobar los presupuestos generales era algo vital, entonces no pasaba nada por ir a unas segundas elecciones, lo que no es justo es que de 24 millones de electores 16 millones hayan dicho no a la opción de volver a repetir gobierno con Rajoy y por 8 millones tengamos que volver a revivir los consejos de ministros del pasado reciente y aun angustiosamente recordados como los “viernes negros” de la política española.
Ahora no valen componendas, y el Psoe se juega la credibilidad que aún le queda, incluso invocando al sentido común, es lógica la negativa del órgano máximo de los socialistas. El fondo de la cuestión no es otro que ser coherente con sus principios ideológicos que en sus estatutos fundacionales, en su artículo 2 dice así: “Artículo 2. El Partido Socialista Obrero Español es una organización política de la clase trabajadora y de los hombres y mujeres que luchan contra todo tipo de explotación, aspirando a transformar la sociedad para convertirla en una sociedad libre, igualitaria, solidaria y en paz que lucha por el progreso de los pueblos. Sus objetivos y programas son los fijados en su Declaración de Principios y en las resoluciones de sus congresos”. Estoy seguro que el Partido Socialista Español saldrá fortalecido con el “No es No” a Rajoy y sus secuaces.
Joaquín Hernández, Periodista y Analista Político