Libre Diario @ Digital / Madrid
Pablo Iglesias se ha colocado en modo espera y no tiene ninguna intención de salir con propuestas sorpresas ni de levantar el teléfono para proponer a otros alguna salida política ante el “bloqueo” que reconoce respecto a la formación de un nuevo gobierno. En definitiva, el líder de Podemos no tomará ninguna iniciativa para la investidura y la constitución de un ejecutivo de coalición porque cree que es al PSOE al que corresponde hacerlo.
Pero Iglesias no cree que las elecciones vayan a repetirse por segunda vez porque está convencido de que, ante la inminencia de esa posibilidad, “Ciudadanos acabará cambiando la abstención por el sí” a Mariano Rajoy y entonces, “de manera automática”, el PSOE aceptará abstenerse para hacer posible la reelección del hoy presidente en funciones.
Esto dijo Pablo Iglesias después de su conversación de este jueves con el Rey Felipe VI, al que vio preocupado por el atasco político en España pero también inquieto e “incómodo” con las conclusiones aprobadas por el Parlament el miércoles para el proceso de ruptura con el Estado.
El secretario general de Podemos defendió la alternativa de un “gobierno de izquierdas” liderado por el PSOE, sí, pero ya no utilizó ni siquiera la expresión de “mano tendida” sino la de “oídos abiertos”. Sin embargo, consideró que tal opción es “muy difícil” después de que Convergència y el PNV –necesarios para hacerla prosperar- apoyaran al PP y C’s en las votaciones de la Mesa; y mucho más complicada tras el citado acuerdo rupturista del Parlament.
El dirigente señaló además las “fuertes resistencias” que aprecia en sectores del PSOE que a su juicio no le quieren ver “ni en pintura”.
Iglesias negó que estuviera dispuesto, siquiera, a tender puentes entre los soberanistas catalanes y el PSOE. “No somos alcahuetas”, dijo, y recordó que su propuesta de elegir presidente del Congreso al líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, iba precisamente en la dirección de buscar consenso y cambiar las relaciones entre instituciones autonómica y estatal, pero fue desestimada por el resto.
Respecto al escenario insólito que se crearía si tanto Rajoy como Sánchez declinaran optar a la investidura, Iglesias señaló tres posibilidades, todas “muy difíciles” y a cual peor: “No hacer nada”, de manera que el bloqueo se prolongara sine die; reformar el artículo 99 de la Constitución –relativo al procedimiento hasta la formación de gobierno o disolución de las Cortes a partir de un debate de elección de presidente-, a fin de poder adelantar las elecciones sin tener que pasar por un intento de investidura; y organizar una “investidura de trámite” sólo para dejar empezar y correr el plazo de dos meses hasta disolver las Cámaras.
Frente a esas posibilidades, que según su impresión no llegarán a sustanciarse debido al paso que cree que darán C’s y PSOE, Iglesias afirmó que “lo sensato”, aunque también muy complicado, es la alternativa de izquierdas.