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Santa Cruz adaptará los pasos de peatones largos a las personas con discapacidad visual para evitarles riesgos

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SANTA CRUZ DE TENERIFE/ El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife instalará sendas -o encarrilamientos podotáctiles- destinadas a personas con discapacidad visual en los pasos de peatones largos donde se puedan desorientar, con riesgo de sufrir accidentes.  Esta medida se aplicará tras una propuesta de Luisa Tamayo, concejala de Unidas Podemos (Izquierda Unida-Podemos-Equo), que ha sido aceptada por todos los grupos políticos en Junta de Portavoces,.


El objetivo de esta medida es que las personas con dificultades visuales que utilicen bastón blanco puedan reconocer, con calzado o un bastón, una textura en el suelo que les guíe para seguir la dirección segura, evitando el riesgo de atropellos o de exponerse a caídas o golpes debido a bordillos, escaleras, desniveles, muros, vehículos estacionados, etc.  También se facilita así el cruce a personas con trastorno del espectro autista y a otras con capacidades visuales mermadas al contar con una guía de encarrilamiento de color contrastado y muy visible.


Tamayo recuerda que “una de las obligaciones fundamentales de cualquier Administración pública debe ser la supresión de las barreras físicas como elemento esencial para alcanzar una plena integración de las personas con discapacidad y lograr la tan ansiada accesibilidad universal”. Sin embargo, la concejala denuncia que aún son “muchos los obstáculos urbanos que día a día se encuentran las personas con una discapacidad visual en nuestro municipio”.


En este sentido, la edil se hace eco de la queja de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), que, en su manual Accesibilidad para personas con ceguera y deficiencia visual, lamenta que “las ciudades y pueblos se han construido a lo largo de la historia sin tener en cuenta las necesidades específicas de tan importante colectivo dentro de la población, el cual va incrementándose año tras año debido al envejecimiento y a la mayor esperanza de vida”.


Un concepto referente en este campo es el de "diseño universal o diseño para todos», que, en la definición de los proyectos urbanos, debe tener en cuenta las necesidades de todas las personas y sus posibles condiciones, en virtud de su edad, enfermedad o discapacidad.


En el ámbito jurídico, Tamayo invoca la Ley 8/1995, de 6 de abril, de accesibilidad y supresión de barreras físicas y de la comunicación, que obliga a que los espacios públicos sean accesibles y especifica que “las Administraciones Públicas canarias promoverán las condiciones para eliminar o paliar las dificultades que tienen las personas que padecen limitación visual, sean estas usuarias de sillas de ruedas, amblíopes o ciegas, para detectar o superar obstáculos, para determinar direcciones y para obtener informaciones visuales”.


Además, el reglamento de esta ley exige que “la planificación, trazado y realización de la red viaria peatonal y en particular de los itinerarios públicos se harán de forma que estos resulten accesibles para las personas con limitaciones, movilidad o comunicación reducidas”.

Libre@Diario