AGENCIAS/ VATICANO/ El periodista Julián Maradeo, autor de 'La trama: Detrás de los abusos y delitos sexuales en la Iglesia Católica', aseguró que ninguna iniciativa para combatir la pedofilia podrá tener éxito si los responsables eclesiásticos no son juzgados. "El Vaticano quiere resguardar su imagen y no arrancar el problema de raíz", dijo.
La reciente cumbre convocada por el papa Francisco para discutir los casos de pedofilia dentro de la Iglesia católica apenas ofreció respuestas eficaces para combatir este problema. "La cumbre vaticana no solo debía estudiar las medidas a tomar ante los abusos, sino las políticas para desmantelar el sistema de encubrimiento. Lo que se reclama desde la redes de sobrevivientes es un protocolo para que cada cura sospechado sea denunciado frente a la fiscalía correspondiente y se inicie una investigación. También se piden modificaciones en los juicios eclesiásticos. El Vaticano no abre sus archivos para iniciar esas causas", explicó el periodista Julián Maradeo, autor del libro 'La trama: Detrás de los abusos y delitos sexuales en la Iglesia Católica'.
Maradeo apuntó a la estrategia comunicacional de Francisco, que consiste en centrarse en aquellos casos que saltaron a la luz pública.
"No bien asume Francisco, crea la Comisión de protección de menores. Los dos laicos renunciaron porque decían que no se impulsaban cambios reales. Naciones Unidas emitió un informe muy crítico con el Vaticano, asegurando que el sistema de encubrimiento a los curas abusadores estaba intacto. Hasta el día de hoy no ha habido respuesta por parte del Vaticano", sostuvo.
En este sentido, el investigador se refirió al reciente arresto del cardenal australiano George Pell, el "número tres" del Vaticano. "Francisco tenía conocimiento sobre las denuncias que pesan sobre Pell desde el momento en que asume. Pero lo nombra en la comisión de los 8 notables para el saneamiento de la economía vaticana y lo sostiene hasta último momento. Recién actúa cuando hay una condena. El caso de Pell es la confirmación de que todo sigue igual. Pero es un golpe muy fuerte dentro del Vaticano, porque es un miembro selecto de la curia que cae por la justicia ordinaria. Existe un sector muy conservador dentro de la Iglesia, de escaso contacto con la ciudadanía, que mide el problema de los abusos en base a la pérdida de influencia interna y no de la pérdida de cantidad de fieles", aseguró Maradeo.