AUSTRALIA
Si las vacas jugaran al baloncesto, Knickers sería, sin duda, una estrella mundial.
Imponente, esta vaca mide 194 centímetros de altura y pesa 1400 kilos. En Australia nunca habían visto algo así.
Es tan grande que no entra en las instalaciones del matadero. Todo un problema y una bendición, porque visto que no pueden comérsela, sus dueños han decidido indultarla. Knickers podrá seguir pastando tranquila en su granja del oeste australiano.
La prensa del país se han hecho eco de la historia curiosa de esta vaca colosal, que a pesar de no ser una vaca cualquiera no entrará en el Guiness, pues el récord de gigantismo bovino lo tiene Bellino, un ejemplar italiano que superó los dos metros de altura.