MADRID
La contaminación atmosférica es responsable de cerca de 38.600 muertes prematuras al año en España, de las que 27.900 se deben a la exposición a largo plazo de las partículas en suspensión más finas (menores de 2,5 micras, PM2.5), 8.900 por dióxido de nitrógeno (NO2) y 1.800 por ozono troposférico (O3).
Así se recoge en un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), de 88 páginas y titulado ‘La calidad del aire en Europa - Informe 2018’. El trabajo, hecho público este lunes, presenta un análisis actualizado de la calidad del aire y sus efectos basado en datos oficiales de más de 2.500 estaciones repartidas en 41 países europeos, incluidos los 28 de la UE.
La AEMA indica en su informe que las partículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno y el ozono troposférico son los contaminantes que causan mayor daño a la salud humana. Las altas concentraciones de contaminación atmosférica siguen teniendo un efecto negativo en los europeos, en especial en los que residen en zonas urbanas.
Asimismo, añade que la polución tiene efectos económicos considerables porque acorta la vida, aumenta los costes médicos y reduce la productividad económica por la pérdida de días de trabajo por enfermedades, además de que afecta negativamente a los ecosistemas por los daños que produce en suelos, bosques, lagos y ríos, y por la reducción de los rendimientos agrícolas.