CANARIAS
A día de hoy, un 30,5% de la población sufre una pobreza relativa, cifra que alcanza el 40,2% según la tasa arope (At Risk Of Poverty or social Exclusion). De estas cifras se deduce que unos 150.000 niños y niñas sufren algún tipo de pobreza.
Para Santiago Rodríguez,comisionado de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza, si bien la pobreza “se hereda“, lo cierto es que la herencia alcanza más a las mujeres que los hombres: “Uno de los rostros más significativos es el de una mujer en desempleo, al frente de una familia monoparental, o una mujer con una pensión ridícula“.
Recuerda que Canarias tiene el 10% de las pensiones no contributivas que se pagan en España.
Para el comisionado, la pobreza solo se evita “proporcionando a los niños las mismas igualdad de oportunidades que tienen otros niños, permitiendo que dispongan de los materiales escolares y de una alimentación adecuada“.
Salarios y jornadas laborales justas
Considera que, sin embargo, no es fácil erradicar la pobreza, porque si bien se pueden idear medidas, las mismas no son fáciles de implantar. A su juicio, el ámbito de la concertación social, que reúne a empresarios, sindicatos y administración, debe servir para establecer las condiciones laborales que permitan “salarios y jornadas más justas“.
Recuerda que en España se llevan tres años de crecimiento económico que no se traduce en un reparto de la riqueza: “Si no modificamos la reforma laboral tenemos un obstáculo que nos permita avanzar“.
Asegura que la imagen del “trabajador pobre” es ya una constante en España y en Canarias. Mientras tanto, señala, se puede luchar contra la economía sumergida, que hace que afluya un dinero que no está llegando a la hacienda pública.
El Gobierno canario está potenciando la creación de una red de empresas que realizan sus actividades con responsabilidad social: “Con respeto a los convenios, al medio ambiente y que facilitan la inclusión social“.
Ya se han sumado 115 empresas y el Gobierno confía en que este número se amplíe porque “son las empresas que necesitan Canarias“.
Recuerda que en España y en Canarias no se tiene la cultura de exigir responsabilidad social de la empresa, “se tenía la conciencia de que había que licitar por debajo del coste para ahorrar dinero a la ciudadanía. Gravísimo error“.
El beneficio que podían obtener las empresas, afirma, “sale de la costilla de los trabajadores y del deterioro del medio ambiente“.