LD@D.NET / EL NORTE DE CASTILLA@
Apareció en el río Ebro, una criatura muy grande, de más de dos metros de longitud, que come todo lo que encuentra a su alrededor.
No es un monstruo, aunque por su aspecto bien podría serlo. Las aguas del Ebro escondían, hasta ahora, un pez gigantesco, un siluro de 2 metros y 100 kilos de peso, uno de los más grandes encontrado hasta ahora en el río navarro.
La alimentación de este pez -come casi todo lo que pilla- lo convierte en no apto para el consumo. A pesar de ello, hay quien obvia las indicaciones alimenticias, lo pesca y luego se lo comen; aunque los expertos recomiendan matarlo y no devolverlo al agua, una indicación polémica sobre todo para los pescadores que practican la modalidad de captura y suelta.
Este pez es de agua dulce y es originario de los grandes ríos de Europa central. Aunque hay varias teorías, la más seria apunta a que en España se introdujo intencionadamente en el año 1974 por parte de un pescador alemán que trajo varias crías de siluro y las echó a las aguas de los pantanos de Riba-Roja y Mequinenza en Aragón.