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234.950 euros es lo que gastó el Ayuntamiento de Los Realejos en pagar horas extras y gratificaciones de servicio a la Policía Local durante el año 2017, cifra a todas luces escandalosa y que pone de manifiesto la nefasta gestión del PP en materia de personal y seguridad. Y ello, sin sumar los 67.239 euros que gasta anualmente para mantener el escandaloso salario del Jefe de Seguridad y Emergencias.
Hay que recordar que Los Realejos no cumple con la ratio de 1.8 agentes por cada 1.000 habitantes que recomienda el artículo 10 del Decreto 75/2003 de la Consejería de Presidencia del Gobierno de Canarias. De hecho, Los Realejos, está en la cola con 47 agentes de policía, cuando debería tener 65.
Al PP parece no importarle el gasto de horas extraordinarias que tiene que abonar el Ayuntamiento por culpa de la falta de personal y de su nefasta gestión, celebrando el superávit, ingresado anticipadamente a los bancos, y además exhibiéndose en los medios. Como el dinero es público y no de sus bolsillos, en el PP no hacen nada por mejorar esta situación.
Pero no termina aquí la cosa, la desfachatez del grupo de gobierno es tan grande que en Navidad obligó por Decreto a realizar las horas extraordinarias al Cuerpo de Policía. En este sentido, Jonás Hernández ha agradecido públicamente la predisposición de los policías locales para negociar y seguir cumpliendo con sus funciones, anteponiendo la seguridad de sus vecinos y vecinas a todo. Esperemos que la respuesta del PP sea positiva y que no lleve a los trabajadores a tomar medidas que no serían positivas.
Izquierda Unida en Los Realejos viene demandando desde hace tiempo que se aumente la plantilla de la policía local para acercarnos al ratio exigido. Hay que tener en cuenta que los 234.950 euros supondrían poder contratar unos 9 agentes más de policía.
Jonás Hernández, concejal y Portavoz de IU en Los Realejos, considera que con un aumento de al menos 5 agentes, es evidente que se mejoraría la seguridad del municipio y que, por otro lado, se minoraría considerablemente el gasto en el abono de horas extras y gratificaciones, por lo que el ahorro de una parte permitiría la inversión en la otra. Es lo que haría cualquier empresa o administración sensata a la que no le guste malgastar el dinero.
Por último, Hernández ve alarmante la elevada media de edad de la plantilla de la policía, que sin recambio generacional, se encuentra desajustada.