LIBREDIARIO@DIGITAL / TENERIFE
Un reciente Titular de prensa escrita del diario tinerfeño La Opinión, coloca a los canarios y canarias en una posición bastante negativa en referencia a su percepción sobre su situación social, política y económica.
Los datos de la pobreza en Canarias son alarmantes según el reciente índicador Arepo, el cual sitúa a esta Comunidad Autónoma en la sexta peor de Europa con un 44% de nuestra población en riesgo de exclusión social. Es decir, casi la mitad de los canarios y canarias no son dueños de sus vidas en lo que a economía se refiere y se colocan como dependientes de empleos precarios, condiciones familiares de obligada austeridad, situaciones de inseguridad laboral, pensiones bajas, etc. que los enajenan completamente en sus vidas cotidianas y los convierten en esclavos de sus propias circunstancias.
Las diferencias sociales en Canarias son de las más elevadas de Europa, (con aproximadamente unas 30 familias como dueñas del 80% de nuestro PIB) y en una coyuntura como ésta nadie puede sentirse satisfecho o satisfecha. Tratar la información de ese modo es aventurarse demasiado en el sentimiento de una población como la nuestra, sufrida población canaria que ha sido sistemáticamente intoxicada por el caciquismo y las redes clientelares de partidos nacionalistas y partidos nacionales... sobre todo con eso que se conoce por la troika canaria (CC-PP-PSOE) que han estado administrando esta tierra durante décadas...
Nadie puede sentirse a gusto de tener los salarios más bajos del país, estar en el sexto lugar de Europa en "riesgo de exclusión" y mucho menos de tener mala calidad de vida y al mismo tiempo sentirse satisfecho de ello. Eso diría mucho sobre una población, cualquiera que esta sea formando parte de la 4ª economía del euro.
Este tipo de Titulares de prensa obedecen más bien a un posible adoctrinamiento político, es decir presunta manipulación mediática, ya que no se puede expresar el sentimiento general con tratamientos de poca introducción social. Los canarios y canarias somos mucho más que una población satisfecha de su miseria. Y si no lo somos, debemos serlo.
Por lo pronto, algunos medios deberían ser más prudentes...al menos en sus titulares.