La izquierda chicharrera tiene una misión: desalojar a Bermúdez del Ayuntamiento. En un escenario político adverso, plagado de incertidumbre y con la derecha en proceso de rearme, las organizaciones del cambio en Santa Cruz se enfrentan a una tarea histórica, que exige: primero, responsabilidad y altura de miras; y segundo, ser útiles servidores de la ciudadanía construyendo una alternativa real al gobierno de CC.
Las posibilidades de echar a Bermúdez del Ayuntamiento sólo pasan por una confluencia de izquierdas. A pesar de su nuevo impulso, el PSOE de Patricia Hernández no logrará mayoría absoluta –en toda la democracia nunca han tenido más de seis ediles en el consistorio– y la izquierda ya conoce sus resultados cuando se presenta dividida, 2015 es un buen ejemplo. Con una fuerza electoral de más de 20.000 votos para las formaciones del cambio, casi tantos como la desgastada ATI, la izquierda santacrucera quedó con 5 concejales de 27 y muy poca capacidad de influenciar el devenir de la política municipal.
Lejos de cuestiones partidistas internas, de tiras y aflojas entre las organizaciones de la izquierda chicharrera, la gente en Santa Cruz está harta de los gobiernos de la corrupción y de la incompetencia de CC. La ciudad apenas ha cambiado en los últimos 15 años. El heredero de Zerolo continúa sumiendo a la ciudad en la incapacidad política, en la falta de creatividad y de innovación.
Por ello, Sí Se Puede, Izquierda Unida, Equo y Podemos como actores fundamentales tienen la obligación de llegar a un acuerdo, para demostrar que es posible un Ayuntamiento del cambio en Santa Cruz, fijando bien las prioridades en torno a un programa político rupturista para el municipio y dejando a un lado su problemática interna, que no solo no ayuda, sino que ni siquiera interesa a una ciudadanía desafecta.
El escenario de confrontación entre formaciones hermanas que comparten el 95% de su programa político, solo beneficia a las élites, a la derecha, y daría paso a otros cuatro años de gobierno de CC. Sería ridículo imaginar que el 27 de mayo, SSP y Podemos tuvieran que compartir el grupo mixto municipal con Vox (si entrara) por no haber sido capaces de forjar una alianza preelectoral. Pero es un escenario probable si no se demuestra por parte de todos, la altura de miras y generosidad que requiere el momento.
Santa Cruz necesita a la izquierda para librarse de más de 30 años de corrupción al frente del Ayuntamiento. Y eso no solo se logra con la unidad, sino con una candidatura municipalista y un programa político de cambio, que sea capaz de atraer a todos aquellos que están hoy desencantados con la política, que piensan que da lo mismo votar a unos que a otros. No basta con decir que no es cierto, hay que demostrarlo.
Santa Cruz necesita una izquierda responsable, capaz de interpretar el momento político que vivimos y tenga consciencia suficiente para construir una verdadera alternativa de gobierno. En palabras de Ramón Trujillo (IU): “que haya confluencia es algo básico para la izquierda en esta ciudad. Y sobre todo para ser percibidos por la ciudadanía progresista como opción de gobierno. Si vamos en un bloque conjunto, lo mínimo que vamos a lograr es ser la segunda fuerza en votos”.
Por eso, la candidatura “Juntas Más Fuertes” en las primarias de Podemos Santa Cruz apuesta por la confluencia como la única herramienta que nos permitirá desalojar la corrupción y la incompetencia de Bermúdez de nuestro Ayuntamiento. Porque los más de 20.000 desempleados del municipio y las 10.000 personas que recurren al Banco de Alimentos en la ciudad necesitan una respuesta desde la izquierda. Porque es hora de construir el Ayuntamiento del cambio, como se ha hecho en otros territorios del Estado, demostrando nuestra capacidad para gestionar mejor poniendo el foco en la gente. Porque Santa Cruz no puede esperar más.
Por Romen Arteaga
Secretario de Accion Política y Sociedad Civil de Podemos Santa Cruz
Candidato a la alcaldia de Santa Cruz en las primarias de Podemos por "Juntas +Mas Fuertes"