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¡Oiga! Seguramente estoy equivocado…

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¡Oiga! Seguramente estoy equivocado…


Dicen que esos que hoy basan sus discursos en demagogias y falacias, han sido privilegiados desde que fueron concebidos. Hay quienes dicen que tanta desfachatez por parte de algunos, puede deberse a traumas por: Usar “solo” ropas de marca, “no” haber pegado un palo al agua, por “no” haber usado alpargatas, por “no” haber jugado al trompo, al boliche, por “no” haber recibido una patada en el culo a tiempo, etc, etc. ¡Bueno! Así será, si lo dicen los expertos……..


Si nos fijamos en las observaciones descritas, son cuestiones que han de asumirse con madurez a determinadas edades, pero…... ¿En una caja vacía, que esperas encontrar?


Una cosa es imaginar cómo te gustaría que fueran las cosas y otra bien distinta son las maneras de cómo conseguirlo. Mantener diálogos para hacer ver la conveniencia del modelo de sociedad que defiendes, entra dentro de lo razonable. Lo que no es tan razonable, es querer imponer tus criterios para llegar a tal fin.


¡Pues bien! Todo esto viene por haber asistido invitado a una charla coloquio de una formación política, en la que me sentí como un “Mero” en el monte. La mayoría de los asistentes eran personas muy jóvenes, anti-sistemas, sin experiencia y muy radicales en sus planteamientos. Es mi particular opinión. Entre los invitados hubo absoluta coincidencia, imposible entablar un diálogo con aquella gente.


Es curioso lo de esta gente. Sin embargo, no les vimos la misma preocupación por los problemas que afectan a los ciudadanos en el día a día, sólo les preocupaba imponer sus particulares formas de pensar y los problemas, ya veremos.


En referencia al radicalismo, hace poco escuché a un viejo líder político socialista decir: No es normal que algunos jóvenes puedan sentir tanto odio y tanto rencor, por algo que no conocieron ni sufrieron. Defienden unos ideales trasnochados y revanchistas y así, no progresaremos.


Los que en su día vivieron y padecieron aquella “triste experiencia”, aceptaron que hubiera una reconciliación nacional para poder vivir en paz y trabajar en favor de un objetivo común. Se trataba de lograr que nuestro país saliera de su aislamiento, se modernizara y avanzara.


La radicalización y el comportamiento de algunos de esos personajillos que ocupan escaño o plaza de concejales, están haciendo que las Instituciones estén perdiendo credibilidad. Observen lo que ocurre en El Parlamento Nacional y en los ayuntamientos, y comprobarán lo que decimos.


No es posible que con los problemas que tiene este país, veamos a unos privilegiados dedicados a montar sus particulares circos en “Las Instituciones Públicas”. Con la confusión y enfado que hay en la calle, se dedican a crispar más el ambiente.


Para que vean como está la situación. No hace mucho, pudimos ver en una tertulia de Tv la intolerable respuesta que un político dio a un espectador. Preguntado por los suicidios a consecuencia de los desahucios, la respuesta de aquél caradura fue: Hoy no tocaba hablar de eso. ¡Pero Bueno! Srs., que Vds. están para resolver problemas, sin olvidar que la mayoría de esos desalojos vienen por situaciones de extrema necesidad.


¡De locos! No es posible que con nuestros votos, estemos permitiendo semejantes tropelías. ¿No es obligación del “Legislador”, resolver los problemas de los ciudadanos? ¿Han escuchado a sus Señorías, “reclamar a la banca” los dineros de los rescates? En fin…..


Por otro lado, vemos el desconcierto y el malestar que hay en la calle por ver las discrepancias en las más “Altas Instituciones del Estado”: Jueces criticando a otros compañeros por sus sentencias, “Ministros” desautorizando a otros compañeros por sus declaraciones, “Asociaciones de Padres de Alumnos” y “Asociaciones Culturales” solicitando retirar libros de texto por falsear “La Historia”, “Planes de Estudios” que discriminan a parte del alumnado, etc. ¡Pero bueno! ¿Qué coño pasa en este maltratado país?


Otro de los indicadores de que las cosas no van, es “La Sanidad”. Mientras unos gozan de una Sanidad Universal, otros cotizando toda la vida, encuentran dificultades para ser atendidos en otras Comunidades. ¿Cómo lo ven?


No es posible que después de haber sido trasplantado, te digan que vas a tener problemas con las prótesis que te han metido en el cuerpo. Esas prótesis, son de materiales contaminantes y nocivos para la salud. ¡Manda frutos que ponen las gallinas!


En fin, yendo a otras cuestiones más domésticas, nos encontramos con la noticia que condenan a los tres municipios de nuestro Valle de Güímar, a pagar unas multas de 300.000 €, por verter aguas residuales a La Mar sin depurar. Pues bien, una semana después se confirma que esa cuantía la tendrán que pagar El Gobierno de Canarias y El Cabildo de Tenerife. Y la pregunta es: ¿Cuál es la diferencia? Mientras la multa no la paguen los incompetentes responsables de sus bolsillos, qué más da. ¿No han sido ellos los que han provocado esta situación?


Como ven, muchos nos preguntamos: ¿Alguien tendrá la osadía de tocar a nuestras puertas para volver a pedirnos el voto? Definitivamente, somos unos cretinos consentidores.


De verdad, hay cuestiones que no puedo digerir. En los últimos tiempos estoy escuchando de manera insistente, que en Canarias está habiendo un reparto de riqueza como nunca se había visto en nuestra Comunidad. ¿Quiénes son los beneficiarios.....? Como digo, se me estremece el cuerpo escuchando a tanto inútil descerebrado.


Podrán decir que siempre veo el vaso medio vacío, lo acepto, mientras no me demuestren lo contrario……..


¿Vds. piensan que hay motivos para brincar sobre una sola pata? ¿Qué está pasando en nuestra sociedad? Lo que veo, no me gusta.


Otros ejemplos: ¿Cómo es posible que una niña de dieciséis años, mate a otra adolescente por celos? ¿Cómo es posible que un ex convicto de asesinato, salga a la calle y vuelva a matar a una joven cuyo único delito fue vivir frente al domicilio de ese desgraciado? Y así…


Lo dicho: Mientras no eduquemos en valores, cambiemos las formas de llevar este negocio y exijamos más responsabilidad…


Así lo veo y así lo expreso.




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Francisco Toledo Martín.

Libre@Diario