HUELVA
El principal sospechoso del asesinato de la profesora zamorana, que fue detenido el martes, confesó esta madrugada el crimen.
🔴 Bernardo Montoya, detenido por el asesinato de Laura Luelmo, confiesa el crimen https://t.co/u0VjmV0ktU pic.twitter.com/mRKGIqJ7Jl
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La confesión del presunto asesino de Laura Luelmo: "Me pidió la dirección de un supermercado y la mandé a un callejón sin salida" ► https://t.co/vVx6tjgSRq pic.twitter.com/sCrJzJoDZS
— Espejo Público (@EspejoPublico) 19 de diciembre de 2018
Vecinos de la zona rompieron el cerco policiaco montado por la Guardia Civil e intentaron agredir con piedras al asesino confeso de la profesora Laura Luelmo cuando Montoya regresó a su domicilio para recrear la escena del crimen.
🔴 Momentos de tensión en El Campillo, en Huelva. Vecinos del pueblo rompen el cordón policial e intentan acceder al domicilio de Bernardo Montoya, asesino confeso de Laura Luelmo, quien se encuentra dentro con la Guardia Civil pic.twitter.com/Xfu7QEbSzY
— 24h (@24h_tve) 19 de diciembre de 2018
Tensión en El Campillo cerca de la casa donde está el asesino confeso de LAURA. 📡 #TN1 https://t.co/LcalQCRTVv @lourdesmaldonad pic.twitter.com/n6upq2hKRF
— TN Telemadrid (@InformativosTM) 19 de diciembre de 2018
Bernardo Montoya, el hombre de 50 años sospechoso de la muerte de la zamorana Laura Luelmo, de 26 años, confesó el crimen en dependencias de la Guardia Civil de Huelva el 19 de diciembre tras un interrogatorio de más de tres horas. Lo hizo de madrugada y tras defender versiones de los hechos completamente inverosímiles.
Montoya, vecino de la pequeña localidad de El Campillo (Huelva), ha confesado que discutió con ella, que la golpeó y que posteriormente la metió en el maletero de su vehículo y arrojó su cuerpo en el lugar donde fue encontrado por la Policía, a unos cuatro kilómetros del municipio.
El ahora confeso asesino ha relatado a la Policía que se encontraba sentado en la puerta de su casa cuando Laura se acercó a preguntar por un supermercado cercano. Montoya aseguró a los investigadores que le dio una dirección falsa para llevarla a un callejón sin salida. En cuanto la joven se alejó, el asesino se montó en su auto y se acercó al callejón, donde forcejeó con Laura Luelmo y la golpeó contra el maletero de su vehículo. Le ató las manos y la metió en el automóvil.
Más tarde la llevó a un descampado, donde la desnudó e intentó violar sin éxito, según su versión. Fue en ese descampado donde los investigadores encontraron el cadáver de la joven. El autor confeso del crimen ha asegurado que Luelmo estaba viva cuando la dejó en el descampado.
La autopsia del cuerpo ha revelado que Laura murió entre el 14 y el 15 de diciembre, es decir, dos o tres días después de su desaparición, por un golpe fuerte en la frente que le provocó un traumatismo craneoencefálico. También se ha descubierto durante la autopsia que la víctima sí sufrió una agresión sexual, según el informe del médico forense.
Bernardo Montoya Navarro tenía un largo historial de antecedentes penales. Había salido hacía dos meses de la cárcel, en la que había cumplido condena por un robo con violencia. Incluso antes ya había estado en prisión por el asesinato de una anciana de 82 años en 1995. Pasó entonces 17 años y dos meses en la cárcel.
En las redes han aparecido vídeos del momento en el que la Guardia Civil trasladaba a Bernardo Montoya en coche tras su confesión. Numerosos vecinos se acercaron a la zona, precintada, e intentaron asaltar el vehículo entre insultos a Montoya.