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El "infame" comienzo del juicio del "Caso Faycán"

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Por ÁNGEL RIVERO GARCÍA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-


Los ciudadanos de a pie no podemos dejar de mostrar nuestro asombro - afirma Ángel Rivero García para el periódico digital canariasemanal.org - ante las formas en que se ha empezado a desarrollar el juicio del llamado Caso Faycán. -


Dejando claro desde el primer momento el máximo respeto hacia la presunción de inocencia de las personas implicadas en cualquier procedimiento penal, los ciudadanos de a pie no podemos dejar de mostrar nuestro asombro ante las formas en que se ha empezado a desarrollar el juicio del llamado Caso Faycán.


Podríamos entrar en el tema recordando que este caso empezó su andadura hace ya 12 largos años, lo que demuestra que algo falla en nuestro sistema judicial, pero eso daría para otro debate.


Podríamos sentir también "anormalidad" en el hecho de que este juicio que ha sentado en el banquillo a 28 acusados (entre ellos parte del Gobierno Municipalejercido por el Partido Popular en aquel entonces), sea presidido por un juez que puede ser "apartado" en cualquier instante, al estar siendo investigado en estos mismos momentos por seis delitos, lo que provocaría la nulidad de este juicio y todo tendría que empezar de nuevo.


Pero lo que provoca la mayor perplejidad de todas es la sensación que de cara a la galería está dando este procedimiento judicial nada más comenzar, con la reconversión de 20 de los "acusados" en "testigos" sin que en medio haya habido sentencia alguna. Más perplejidad aún si se tiene en cuenta las grandes reducciones de condena de la que se han beneficiado. La imagen transmitida al sufrido ciudadano es la de que la corrupción sale rentable en el Estado Español.


El juez Carlos Vielba habla con Salvador Alba durante el juicio por el caso Faycán


Y digo "sufrido ciudadano" porque hablo de quienes vieron cómo, de la noche a la mañana, tras la llegada al Gobierno Municipal del Partido Popular en 2003 (apoyados por CIUCA), su querida ciudad de Telde, que en aquellos momentos era referencia para todo el territorio canario de gestión eficaz, de saneamiento económico y de gran atractivo para los inversores, se convirtió en la primera ciudad del Estado español en tener a su Grupo de Gobierno en los calabozos.


Los ciudadanos fueron testigos de cómo se desmantelaba la ciudad, de cómo se hacían adjudicaciones "a dedo", de cómo circulaban billetes de 500€, del desmantelamiento de la asesoría jurídica, del "enchufismo" en las empresas municipales y del endeudamiento progresivo y acelerado de la Gran Ciudad de Telde.


Ahora, doce años después, se celebra el juicio (que podría tener que repetirse) y mientras algunos de los acusados (entre los que encuentran dos ex-alcaldes del PP) siguen intentando ejercer su defensa, nos encontramos con el cambio de acusados a testigos de 20 de ellos tras admitir su participación en los hechos delictivos que se juzgan (entre ellos, además de empresarios, figura el concejal de hacienda en aquel momento y el asesor de la principal implicada, la concejala María Antonia Torres quien se quitó la vida)...


El caso es que asistimos a cómo las condenas que se les pedían han sido reducidas drásticamente, como resultado de la dilación en el tiempo del proceso judicial. Algo falla en el sistema.


Si bien podemos tener claro que estos retrasos provocan "daños" a las personas enjuiciadas que podrían resultar con sentencia de inocencia, queda más que "raro" que quienes admiten su culpabilidad vean sus condenas quedarse en apenas nada. Eso, desde luego, son decisiones judiciales a las que nadie puede objetar salvo los entendidos en el tema (la propia judicatura), pero que aumentan la desconfianza de la ciudadanía en el sistema judicial.


La ciudad de Telde tardará aún muchos años en reponerse del varapalo sufrido en aquellos años por quienes formaban parte de una red criminal (puede llamársele así directamente porque 20 de los acusados han reconocido su participación), por lo que la sensación para cualquier sufrido ciudadano teldense es agridulce como poco.

Libre@Diario