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Casa la Húngara

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CASA LA HÚNGARA

Joaquín Hernández, periodista


Para los menores de 40 años les diré que la casa de La Húngara fue un motel, también llamado mouble o casa de citas, que estaba situado en las afueras de Santa Cruz, en el barrio de Buenos Aires, muy cerca de la compañía Papelera de Canarias y al lado de la empresa de construcciones Jacinto Lorenzo. 


Estuvo regentada durante muchos años por una meretriz muy fina y elegante, conocida por La Húngara. En esta casa se daban cita numerosas parejas de amantes que llegaban en coches o en taxis para sus encuentros sexuales de manera muy discreta, ya que disponía de amplio parking y el edificio rodeado de una tapia que impedía ver desde fuera los coches aparcados, igualmente tenía puerta de entrada y de salida, de forma que era imposible que se encontraran las parejas al salir o entrar en la habitación ya que en cada habitación se disponía de un timbre para avisar a la húngara tus deseos de abandonar tan “lujosa estancia extra hotelera”; ni que decirles que estaba muy frecuentado por el Sr. Obispo, el Gobernador Civil y los mandos de la época, todos ellos muy católicos apostólicos y romanos que nos daban “lecciones de moral del movimiento nacional”.


Ustedes se preguntaran: ¿a que carajo viene este rollo de la casa de citas más famosa de las islas Canarias? Pues verán ustedes:


El otro día, paseando por el Callejón del Combate recordé las palabras de un amigote y colega periodista que tomando una caña en el bar de enfrente de las antiguas oficinas del CD Tenerife y al pasar por delante el fallecido Javier Pérez, nos saludo a los dos, y este colega le dijo, señalando las oficinas del CD Tenerife, así: “que Javier ¿vas a Casa de la Húngara?


Javier Pérez que e.p.d. ni se inmutó, y con cara de poker, le miró de arriba abajo y le contestó; “Pues ya sabes, cuando quieras joder no hace falta que lo hagas en el Día, puedes pasarte por aquí y a lo mejor te gusta.


El Club Deportivo Tenerife empezó a ser una casa de putas desde el momento que se convirtió en una Sociedad Anónima Deportiva, a partir de ese momento ha ido creciendo y de ser un prostíbulo estilo Casa La Húngara ha pasado a una especie del D. Angelo de Madrid, con putas de alto standing.


La situación en la que se encuentra el “tete” de nuestros amores es, como mínimo, patética, esperpéntica y nauseabunda. El pasado viernes nos ofreció otro recital de cómo se prepara un equipo para bajar a la 2ª B.


Nadie a quien destacar, pobreza y miseria es cuando un jugador de fútbol celebra un gol al estilo final de un mundial estando en puestos de descenso.


Joao no hizo nada más que darle una patada a un balón que con suerte y rebotando despistó al portero del Granada y entró en el minuto 92. Esto quiere decir que si los partidos durasen 90 minutos sin prorroga el equipo tinerfeño estaría en la puta cola, el último de la fila del batallón de los torpes.


Estamos a dos puntos del descenso; el Córdoba, equipo que, haciendo un excelente juego, y goleando a la UD Las Palmas se ha puesto junto con el Reus y el Extremadura, pisándonos los talones es un peligro inminente.


No se ve recuperación, nos conformamos con la mediocridad del empate en casa. Aplaudimos un gol en la prórroga como si eso fuera la gloria bendita, el jugador sale corriendo como alma en pena, gritando, vociferando, tocándose el pecho sin camiseta como diciendo.. ¡¡olé mis cojones!!, en fin, qué más decirles; cuando Chilunda se convierte en el jugador mejor del partido y solo estuvo 10 minutos escasos y que en ese tiempo creó más peligro que el Naranjito, ya es pa mear y no echar gota…


Mientras tanto ahí estaba el ejecutivo de Caixabank, tocándose los huevos y diciendo… “esto no da para más pero mientras me paguen ... que le den por culo a estos guanajos”.


Espero que los Reyes Magos no se olviden del Tete y nos traigan un par de jugadores, por lo menos que tengan las ganas de Chilunda, que con eso ya nos conformamos. A propósito, a Nano habría que darle el pasaporte a cualquier lugar, pero ya, sin pensarlo, y al Naranjito hablar muy bien de él a ver si no nos pasa como al del chiste del caballo y no lo podamos vender… menuda mierda nos dejó de herencia el mamonazo del Serrano.

Libre@Diario