Tenerife se estanca en el reciclaje de envases que crece con fuerza en Gran Canaria en 2017
LDD.NET / EDDC.NET 7 FORO CONTRA LA INCINERACIÓN
La media española de reciclaje de envases (contenedor amarillo) por habitantes fue de prácticamente 14 kilos en 2017, la de los ciudadanos de Tenerife de 8,2 kilos, eso pese a que somos un millón de habitantes y recibimos casi 6 de turistas que tendrían que disparar nuestras estadísticas necesariamente. La de los vecinos de Gran Canaria fue de 11,2 Kg por habitantes, con algunas cifras ya casi espectaculares en algunos municipios como Moya teniendo en cuenta la situación de la que venimos en este archipiélago –denunciada por la propia Unión Europea recientemente– en materia de gestión sostenible de los residuos.
¿Qué significa esto respecto al año 2016? Pues en primer lugar que en Tenerife se ha producido un estancamiento total mientras nuestra isla hermana de Gran Canaria cerró el año con resultados espectaculares (teniendo en cuenta de dónde venimos) con casi 20 kilos por habitante en municipios como el de Moya y cifras importantes en Telde -con 12,1– para tratarse de una gran ciudad sin presión turística del estilo de Santa Cruz o La Laguna que lanzaron las campanas al vuelo, en el caso de Santa Cruz, por haber alcanzado 7,8 Kg., casi cinco puntos por debajo de Telde.
Pero sólo un dato, porque lo hemos introducido este año en nuestro análisis: Santa Cruz lanza las campanas al vuelo con sus casi ocho kilos por habitante pero con un 20,9% de rechazo. Vamos, que cerca de la cuarta parte de lo que los vecinos pusieron en ese contenedor no iba ahí, según Ecoembes, y por tanto fue a parar a vertedero como rechazo. El índice de rechazo en Tenerife (media de municipios) es del 19,4% mientras en Gran Canaria desciende hasta el 15,6%; concretamente en Las Palmas es del 9,5 frente al 20,9% de Santa Cruz o el disparatado 23,5% de La Laguna. En definitiva, que no sólo separamos mucho menos en Tenerife sino que, para más inri, lo hacemos bastante peor con las consecuencias desastrosas que eso tiene para la gestión y para la calidad del producto obtenido.
Si analizamos municipio a municipio los grancanarios reciclan de media 12,1 Kg de envases, frente a los 6,7 de Tenerife. Descontando el rechazo hablamos de 10,3 kilos en Gran Canaria frente a 5,3 en Tenerife, prácticamente la mitad. Teniendo en cuenta el conjunto de cada isla (no por municipios) la diferencia es menor y hablamos de 11,2 Kg en Gran Canaria frente a los 8,2 de Tenerife, lo que se debe principalmente a la alta concentración de población en la ciudad de Las Palmas que no obtiene resultados tan buenos aunque, sin embargo, se queda en 9,2 kilogramos frente a los 7,8 de Santa Cruz de Tenerife o los 7,5 de La Laguna con un índice de rechazo, como hemos visto, no comparable.
Y básicamente ese es el panorama, cuando Ecoembes lanza las campanas al vuelo y nos salta con la milonga de que superamos la media nacional pues falsea la realidad. Obviamente no se refiere a los envases ligeros, donde estamos a mucha distancia de la media estatal, sino que meten otras fracciones de embalajes que obviamente en Canarias son muy superiores en cantidad al resto del estado simplemente por razones de embalaje para el transporte y porque, no nos olvidemos del asunto, en Canarias se metieron el año pasado 16 millones de turistas frente a una población de algo más de dos millones de habitantes, por lo que se requiere un análisis de generación para poder llegar a conclusiones sobre porcentajes de reciclado, pero obviamente es una dinámica de análisis de la que el aparato propagandístico de Ecoembes huye cual gato al agua.
En la tabla que presentamos, donde se resume la situación por municipios de las dos islas mayores del Archipiélago, hemos trabajado obviamente con los datos oficiales de Ecoembes, publicados en su web de una manera extremadamente incómoda para hacer comparaciones de ningún tipo. Eso nos obliga cada año a extraer los datos uno a uno porque en otro formato, al menos a nosotros, siempre nos los han negado pese a ser un derecho reconocido por leyes específicas. Y lo que hemos hecho es sencillamente extraer el dato de kilos por habitante recogidos descontándole el porcentaje de rechazo correspondiente a cada dato. No está claro, sin embargo, cómo trabaja los números Ecoembes porque sencillamente no lo explica, pero la presencia de rechazo tiene una importancia trascendental en la gestión y en la calidad del producto resultante, por lo que de una manera o de otra parece fundamental introducirla.
No es de extrañar, a la vista de los resultados, que Valbuena este año nos librara de su habitual rueda de prensa de año nuevo cantándonos las alabanzas de su nuevo modelo de gestión que sencillamente pretendía enterrar el PTEOR, aprobado por el Cabildo y con amplio consenso social en 2009, porque los datos y los números como que no ayudan mucho. Eso puede que sea una anécdota hasta graciosa, lo que es más triste es que la Isla que mejor posicionada estaba hace diez años para invertir una tendencia desastrosa que nos coloca como farolillo rojo de la Unión Europea se haya convertido, hoy en día, justo en el referente canario de lo que no hay que hacer. Debe ser por aquello de que somos cuna del surrealismo y desgraciadamente día tras día lo comprobamos mucho más allá de los maravillosos planteamientos artísticos que dicho movimiento trajo consigo.
Que es como nuestro sino vamos, porque además votamos a los mismos y cuando no lo hacemos, en ocasiones, la sorpresa es mayor todavía (y más triste).
