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Miedo a un petróleo a 100 dólares

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IMAGEN/  Cotizalia@


LIBREDIARIO@DIGITAL / CEPREDE@ / MADRID


Los problemas de producción de petróleo en Venezuela y Angola, unidos a la retirada del pacto nuclear por parte de Irán, han disparado el déficit del mercado de petróleo y eliminado el exceso de 'stock'. 


Todo ello ha disparado el precio del petróleo hasta los 80 dólares por barril, dificultando las cuentas de los países occidentales. 


En España, la subida de la cotización puede suponer un sobrecoste de 9.000 millones a las importaciones. Tal día como hoy, hace poco más de dos años, los grandes países petroleros se reunían por enésima vez para tratar de sacar adelante un pacto para recortar la producción de crudo. Entonces, el mundo se dividía entre unos exportadores que sufrían déficits fiscales de doble dígito, después de cinco años de bonanza, y unos países consumidores que estaban empezando a recuperar tracción, gracias a la mejora de consumo que suponía el abaratamiento de los carburantes. Con una cotización estancada en los 40 dólares, nadie preveía entonces que el mercado pudiera volver a la normalidad en el corto plazo. 


Hoy, en cambio, cada vez son más los que prevén que el petróleo vuelva a reconquistar los 100 dólares. Problemas de suministro. La caída del petróleo en los últimos años ha provocado una escasez de inversiones en los países occidentales, menos en Estados Unidos, mientras que la OPEP y Rusia han recortado su producción de forma voluntaria para impulsar los precios. 


A esto se unen los problemas de bombeo en Venezuela (que se ha hundido a 1,4 millones de barriles al día, la mitad que hace dos años, y donde la situación se podría seguir enturbiando tras las elecciones presidenciales este domingo) y en Angola (hasta 1,5 millones de barriles, una pérdida de 300.000 barriles). 


Por último, la retirada de EEUU del pacto nuclear con Irán, que dificultaría también las operaciones de terceros en el país, está dando la estocada al mercado global ya que amenaza la exportación de hasta 800.000 barriles al día. El déficit se agrava. Frente a estos retrocesos, el auge del fracking en EEUU, con 2,3 millones de barriles más en los últimos dos años, es insuficiente para abastecer una demanda que no deja de crecer. 


De hecho, la OPEP revisó esta semana al alza el crecimiento de la demanda global, sumando 150.000 barriles al día para el conjunto del año, mientras que la oferta sólo reaccionará con 10.000 barriles diarios más. Con ello, el mercado global tendrá un déficit de 240 millones de barriles en el conjunto del año. Desde mediados de 2016, se han drenado ya más de 300 millones de barriles al día, con lo que el nivel de inventarios ha caído hasta la media móvil de los últimos cinco años. 


Además, la Agencia Internacional de la Energía señala que el crecimiento de la producción es insuficiente para cubrir toda la demanda de productos refinados, por lo que espera que la contracción de stocks persista durante el segundo y el tercer trimestre de 2018. ¿Hasta 100 dólares?Todo ello ha llevado a distintos analistas a prever que el petróleo pueda continuar su escalada, hasta recuperar el patrón oro de 100 dólares por barril. 


Goldman Sachs y la petrolera francesa Total se han unido esta semana a la corriente de quienes apuestan por la posibilidad de que el crudo se sitúe en los próximos meses en el entorno del triple dígito, siguiendo la estela de Bank of America Merrill Lynch, así como las consultoras Energy Aspects, Akap Energy, Louise Yamada Advisors o altos funcionarios de Arabia Saudí. 


Entre los argumentos a favor de que esta subida se prolongue, están los problemas de suministro por las tensiones geopolíticas y la posibilidad de que el déficit de suministro se intensifique durante el verano, que es la temporada alta de consumo por los desplazamientos vacacionales y el mayor consumo energético en los países árabes, por el uso masivo de aires acondicionados. 


Todo ello puede ampliar el déficit global hasta un millón de barriles al día en el tercer trimestre.


El pacto, en riesgo


Con todo, la subida de los precios del petróleo introduce un elemento de incertidumbre sobre el pacto del crudo, ya que está por ver si los petroestados deciden mantener el recorte de suministro ahora que los precios están tirando con fuerza. 


Algunos firmantes del pacto, como Rusia, son partidarios de elevar la producción o, por lo menos, irle preparando una rampa de despegue, para evitar que terceros países aprovechen la bonanza para ganar cuota de mercado. El principal problema de Moscú es que Putin depende del apoyo de oligarcas que no se pueden permitir mantener pérdidas de forma indefinida y que, precisamente por ser empresas privadas, pueden tardar más tiempo en reaccionar al cambio de directrices. 


Otros, como Arabia Saudí, por el contrario, prefieren esperar a una mayor subida de precios. Altos funcionarios de Riad han declarado en varias ocasiones que aspiran a recuperar los 100 dólares por barril, con lo que ayudarían a mejorar el valor de la petrolera estatal, Saudi Aramco, en su próxima salida a Bolsa, con la que el Gobierno prevé ingresar 100.000 millones de dólares. 


Además, el país tiene una capacidad ociosa de dos millones de barriles al día que podría movilizar rápidamente en caso de problemas de suministro por las tensiones geopolíticas en Irán. 


Nuevas inversiones. 


Algo que muchos países petroleros temen es que la escalada del petróleo dispare otra vez las inversiones en el sector. Por el momento, la OPEP calcula que las inversiones petroleras fuera de los países del cártel crecerán un 3,5% este año y un 8,1% el próximo ejercicio. 


Sin embargo, uno de los grandes puntos a observar no es el cuánto, sino el dónde. Hasta ahora, el grueso del capital se está canalizando hacia la fracturación hidráulica, donde las inversiones crecieron un 42% en 2017 respecto al año anterior. Sin embargo, la subida de precios podría impulsar también nuevos proyectos en aguas profundas, pozos en tierra firme en terceros países o, incluso, las arenas bituminosas de Canadá. 


Si todas estas tecnologías empiezan a funcionar a pleno pulmón, la oferta podría volver a alcanzar a la demanda. Golpe al bolsillo. Sin embargo, por el momento, la subida de los precios del petróleo está impactando con fuerza en el bolsillo de los consumidores. 


En España, que importa 1,2 millones de barriles de petróleo al día, esta escalada (sumada al encarecimiento del dólar) podría suponer un sobrecoste de hasta 9.000 millones de euros en las importaciones anuales. Esta cantidad se trasladará directamente a los precios de los carburantes en el surtidor, junto con un fuerte avance de los precios del gas, lo que restará poder adquisitivo para el resto de productos. Además, la subida de costes golpeará con fuerza al transporte, el comercio, el turismo, la industria y la agricultura.


Según calcula el Ejecutivo, esto puede provocar que el consumo privado prácticamente se paralice, creciendo un 0,5% este año en lugar del 2% pronosticado en los Presupuestos.


Frenazo al PIBEl 


El frenazo de la demanda no quedará aislado en un compartimento estanco, sino que dañará con fuerza el PIB y la ocupación. 


La economía nacional se ralentizará del 2,7% al 2%, mientras que la creación de empleo se moderará a 350.000 puestos de trabajo, frente al medio millón previsto. 


Esto, a su vez, impactaría significativamente en la dinámica del ajuste del déficit y la deuda, ya que no sólo se traduciría en un incremento de los ingresos por debajo de lo previsto (a pesar de la recaudación extra que supone el gasto en carburantes respecto a otro tipo de productos), sino que también podría elevar el gasto público. 


Así, el déficit alcanzaría el 2,6% del PIB, cuatro décimas por encima de lo pactado con Bruselas, y el nivel de deuda en relación al tamaño de la economía apenas se reduciría en dos décimas este año, hasta el 98,1% del PIB, en vez del 97% pronosticado. 


Un impacto añadido es que la inflación se podría acelerar hasta el 2,6% a final de año, lo que obligaría a revisar al alza las pensiones en unos 1.400 millones de euros. Con ello, el déficit de la Seguridad Social volvería a incrementarse este ejercicio.

Libre@Diario